jueves, 21 de octubre de 2010

Mis primeros pasos con Nikon F80



Aquí he seleccionado algunas de las primeras fotografías que realice por el año 2001-2003 con una cámara Nikon F80 y un 28-80mm de baja calidad.

Las fotografías no narran nada importante, tan solo son muestras del aprendizaje. No recuerdo bien que velocidades ni diafragmas use  ya que dado a  mi escaso conocimiento de fotografía en aquel entonces utilizaba la cámara en modo automático, tan solo me preocupaba de encuadrar y disparar…

Ahora, camino de 10 años desde que tome estas primeras fotografías y echando la vista atrás, veo que muchas cosas han cambiado, pero en mi memoria parece que fue “ayer” cuando comencé  en esto de la fotografía.

Aunque son imágenes sin mucho contenido artístico o visual,  pero para mí a nivel personal estas imágenes  tienen mucho valor,  pues tengo muy buenos recuerdos de cuando empecé  a indagar con la cámara, mis primeras salidas… Tengo mucho cariño a todos aquellos recuerdos.

Recuerdo que una de las primeras salidas que hice con la cámara, fue muy curiosa. En un gran parque que hay al sur de Madrid, al cual me iba pedaleando en una bici, sacaba mi querida Nikon F80 para hacer fotos a todo lo que me llamaba la atención. Fotografiaba muchas cosas y la mayoría sin  sentido, el ojo experto al pasar los años me dijo que hay que tener paciencia en las salidas. No apresurarnos en tomar imágenes a la ligera ya que después pueden llegar  oportunidades mejores de captar imágenes y no tener suficiente batería en la cámara, no disponer de memoria o película...

Un recuerdo que tengo en la mente y que recuerdo con mucho cariño, fue en el momento de ir a recoger mis imágenes reveladas en el laboratorio, esa impaciencia de ver los resultados, de tener tus imágenes sobre un papel, de compartirlas con otros… 

Hoy por hoy las nuevas tecnologías han ido dejando atrás los métodos tradicionales, es normal gracias a sus múltiples ventajas.  











































Analizando estas imágenes hoy en día me doy cuenta de todos mis avances, mis progresos.  

Hace unos días fui a un sitio en Madrid especializado en fotografía. Para mi sorpresa observe que mucha gente aun hoy en día compra cámaras analógicas con el fin de iniciarse en la fotografía analógica. Algo sorprendente por los avances de la tecnología. La fotografía analógica  en mis comienzos fue algo para “Lenta” Quien realizaba una colección de fotografías, era únicamente como algo personal. Pues no teníamos los medios que hay ahora para mostrarlas. La única opción que podíamos tener era mediante una exposición,  una publicación… Y eso era algo muy limitado para todos los fotógrafos/as. Ya que todo aquello tenía algún coste que muy pocos se podían permitir.  Hoy en día con la llegada de  las nuevas redes de comunicaciones todo el mundo puede dar utilidad a una fotografía.  Son muchos los fotógrafos que realizan imágenes únicamente con el fin de colgarlas en alguna red social, blog…  Y muchos sobretodo gente que se inicia, artos de la fotografía digital intentan acercarse a la fotografía analógica para encontrar nuevos puntos creativos.  Por mucho que la fotografía digital avance, nos olvidamos que la tecnología digital es una copia a la tecnología analógica y muy pocas veces las copias llegan a ser el 100% de lo que es algo original.  Aunque los programas de adicción sean cada vez más competitivos, con los que se pueden crear grandes efectos, siempre hay que tener en cuenta que  son programas que tratan de acercarse a los efectos que proporcionaban las imágenes analógicas. Muchos fotógrafos profesionales se quejan de ellos afirmando que muchas de sus opciones, no resultan tan efectivas como en la fotografía analógica, un ejemplo y el más escuchado tal vez sea el de los filtros fotográficos.

Por aquella época recuerdo que siempre nos quejábamos de las copias que nos hacia el laboratorio de fotografía. Nos parecían que nos daban copias mal expuestas, con un trato muy rápido y baja calidad… Ese problema yo lo evite diferenciando en lo que era un laboratorio a un revelado rápido. No se puede nunca pedir calidad a precio mínimo. Un buen laboratorio especializado en tratar con fotografía profesional aunque sea un 25% más caro que uno convencional siempre obtendremos mejores resultados por un poco más de dinero. No fue entonces culpa de los laboratorios, fue culpa de la  impaciencia de la gente.  Esto hoy en día sigue ocurriendo. Son muchos los comercios que imprimen fotografías a muy baja calidad. Muchos de ellos reducen la tinta con el fin de ahorrar, en otros las impresoras están ya tan  “castigadas”  que es inevitable que dejen marcas en blanco en la copia final. 
La  solución para nosotros fue pasarnos a la tecnología digital. Pensando en sus convenientes y olvidando sus inconvenientes.

La gente cree que la fotografía digital es mas barata que la fotografía analógica por el hecho de evitarse el paso por el laboratorio. Pero eso no es del todo así.  Partimos que un cuerpo de una cámara ditigtal tiene un precio hoy en día algo elevado. Nos olvidamos del problema que dan las motas de polvo en el censor. Desde que compramos la cámara  siempre incluye unas molestas motitas de polvo que nunca se van. Es importante en cada salida hacer una buena limpieza en el sensor. Y muy poco recomendable hacerlo uno mismo si carece de conocimiento y medios apropiados para ello.  De lo contrario lo que empieza por ser unas motas de polvo, se convierte en pequeños arañazos en el sensor los cuales se refleja en las imágenes y es motivo más que suficiente para  ir comprando otra cámara.  Las cámaras cada vez avanzan más y más. Motivo por el que en un año tu equipo  fotográfico digital estará muy anticuado. Antiguamente un fotógrafo podía seguir fotografiando con su cámara de más de 30 años sin problemas. Hoy en día no solo avanzan las cámaras, también los ordenadores, programas…  Meterse en la fotografía digital no es algo barato como la gente llega a creer, es algo que esta en continuo movimiento, en continuo progreso y  los cambios de cámaras, lentes, tarjetas… Son inevitables y recomendables para los profesionales.